Proyectar leyes de protección ambiental así como sus respectivos reglamentos para asegurar su operatividad constituye una delicada tarea que debe ser encarada con seriedad, so pena de asistir al fracaso de normas legales bien intencionadas, pero que no han tomado en cuenta sencillos principios de orden jurídico que más que de una tarea de gabinete hacen de la experiencia de años de ejercicio de tal actividad. |